Duerma más rápido, quédese dormido por más tiempo y despierte sintiéndose descansado. Esas son las tres cosas que todos buscamos y esperamos cuando nos acostamos. Pero no siempre es tan fácil como eso, ¿verdad?
Cuando se trata de dormir mejor por la noche, hay una gran cantidad de consejos, sugerencias y trucos para ayudarlo. Pero hay una cosa en particular que puede ser increíblemente efectiva para mejorar su sueño: el ejercicio.
Según la Sleep Foundation, tan solo 10 minutos de ejercicio aeróbico leve a moderado por día pueden mejorar significativamente la calidad de nuestro sueño. La incorporación de este tipo de ejercicio regular, como caminar, nadar o andar en bicicleta, en nuestras rutinas diarias puede ayudarnos a tener el sueño reparador que necesitamos, al mismo tiempo que reduce el riesgo de dolencias que perturban el sueño, como el síndrome de piernas inquietas y la apnea del sueño.
¿Cómo nos ayuda el ejercicio a dormir mejor?
Múltiples estudios científicos han demostrado conexiones entre el ejercicio regular y el sueño, aunque los efectos difieren de una persona a otra.
La primera y quizás la más obvia forma en que el ejercicio nos ayuda a dormir mejor es gastando mayores cantidades de energía. Al hacerlo, nos cansamos, lo que hace que sea más probable que nos quedemos dormidos más rápido cuando nos vayamos a la cama y que nos quedemos dormidos más tiempo.
También se sabe que el ejercicio es un excelente destructor del estrés y, dado que los niveles altos de estrés están relacionados con la mala calidad del sueño, se deduce que los niveles de estrés más bajos conducen a una mejor noche de sueño.
Realizar actividad física también aumenta la cantidad de tiempo que pasamos en el sueño profundo. El sueño profundo es la ventana dorada del tiempo en la que nuestro cuerpo puede cuidarse a sí mismo, estimular la función inmunológica y reparar músculos y tejidos. El sueño profundo también es responsable de esa maravillosa sensación de frescura que se obtiene cuando se despierta por la mañana. Sin él, no nos sentimos descansados.
¿Importa el tiempo y el nivel de ejercicio?
Hubo un tiempo en que muchos expertos creían que dormir demasiado cerca de la hora de acostarse o hacer ejercicio demasiado vigoroso estimularía demasiado el cuerpo y dificultaría conciliar el sueño. Ahora, sin embargo, se reconoce que este problema no afecta a todos.
Todo se reduce a sus propias necesidades individuales y a las propias respuestas de su cuerpo. Si comienza a notar que hacer ejercicio más tarde o con demasiada fuerza lo pone demasiado nervioso e inquieto justo antes de acostarse, o si el aumento de la temperatura corporal interfiere con el sueño, intente cambiar su entrenamiento a primera hora de la mañana oa la hora del almuerzo. .
Algunas personas, sin embargo, encuentran que hacer ejercicio por la noche las lleva al perfecto estado de cansancio a la hora de acostarse y se duermen más fácilmente. Simplemente se necesita un poco de prueba y error para encontrar la rutina adecuada para usted.
Ejercicio e insomnio
El insomnio crónico, o la incapacidad para iniciar o mantener el sueño, es uno de los trastornos del sueño más comunes en los adultos, y se han llevado a cabo muchos estudios científicos sobre las causas y los tratamientos.
Si sufre de insomnio, es posible que pueda encontrar algún alivio en forma de ejercicio. Los estudios que han analizado directamente los efectos del ejercicio sobre el insomnio crónico sugieren que el ejercicio regular tiene un efecto positivo en la calidad del sueño de las personas que padecen la afección.
Estudios separados también han encontrado que tanto las sesiones individuales de ejercicio como los regímenes a largo plazo son efectivos para reducir la cantidad de tiempo que se tarda en conciliar el sueño y aumentar el tiempo que las personas que padecen insomnio permanecen dormidas.
¿Quieres más consejos sobre cómo dormir mejor?
Hay muchas otras formas en que puede mejorar la calidad del sueño, y muchas de ellas solo requieren algunos ajustes mínimos en su dormitorio.
Cosas simples como invertir en diferentes tipos de ropa de cama pueden tener un impacto significativo en su sueño. Puede haber cosas mal aquí de las que no está completamente consciente, como alergias a los ácaros del polvo, el tipo incorrecto de edredón o una combinación de edredón, un colchón viejo y lleno de bultos o el tipo incorrecto de almohada para su posición preferida para dormir.
Invertir en ropa de cama nueva, como un topper viscoelástico para colchón como el de marca Emma puede ayudarlo a dormir más cómodamente y sin interrupciones. Las nuevas almohadas antialérgicas también pueden ayudar a reducir los síntomas de alergia y proporcionar la cantidad adecuada de apoyo para el cuello y los hombros, lo que lo hace menos propenso a sufrir dolores y molestias durante la noche.
